Todo lo que quedaba no era más que mierda.
Me cansé de aquella situación y me di la vuelta, dejándolo todo a mis espaldas. Lo ignoré, y entonces, lo que hasta ese momento me había echo sentirme como una completa inútil, volvió a mí, pero ya era demasiado tarde.
Me había cansado de todo aquello, y quería cambiar. Quería sentirme bien.
Lo dejé todo, para poder volver a comenzar sin aquello que me ataba al sentimiento de humillación que sentía.
Me fui, para poder volver a cruzar otra línea de salida.
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