20.3.11

Dejarse llevar suena demasiado bien.

Y de vuelta delante de la hoja de papel, ahogando sus penas en letras que a nadie le importan.
Y volvió a pasar. Cuando se intentaba convencer de que solo quedaba mierda, volvió.
Como un radar, pidiendo que no se aleje de él.
NO! No es justo! No lo es porque después es ella la que acaba siendo la estúpida otra vez, volviendo a él.
Y es que solo él es el que forma el argumento de todo.
Y en realidad, nunca acabó nada. No permitieron que acabara.
Vuelve a escribir sobre lo bien y lo mal que está a la vez. Sobre la frustración que siente en ese instante. Sobre las ganas que tiene de verle. Sobre el miedo que siente a que todo se vaya al garete. Sobre la certeza que tiene de que todo se vaya al garete.
Ella piensa que quizás, esa vez. Pero también lo meditó todas las anteriores.
Se dejará llevar.

No lo olvido.

¿Sabes que es eso que sientes cuando piensas que algo está mal, que no debería ser así, pero a ti no te importa, tu sigues igual?
Genial, ahora ella se siente así.
No sabe como se supone que debería actuar.
Sabe que es una persona que divulga sus mentiras solo para que lleguen a sus oidos. ¿Y qué? ¿Qué coño le importa todo lo demás? En realidad, quiere ocultar que todo lo demás no le importa nada, porque en lo único que presta la atención de su vida es a sus pensamientos sobre él.
Que si, que lo sabe, que hoy por hoy, otro hombre ocupa su lugar, pero no su mismo lugar en sus sentimientos, en su cabeza.
Que él era único. Es único. Y quizá no quiere olvidarle.No quiere olvidarle porque no quiere darse cuenta de que le sigue queriendo.
Es consciente de ello. No va a hacer nada al respecto.

17.3.11

Sumisión ante la incompetencia.

Un idiota, un falso.
Un completo idiota.
Lo soltó todo porque el alcohol se apoderó de ella, y a cambio recibió la apestosa verdad. Entonces se dió cuenta de lo asquerosamente asqueroso que era. Mentiroso.
No queria perder contacto con ella.
No queria verla y se enteró a sus espaldas.
Le habla con total normalidad.
Todavia espera que le de la cara y le diga que no quiere saber nada más de ella.
Y es estúpida por seguir sintiendo algo por él, pero no quiere nada. No quiere nada.
No quiere nada porque le quiere.
Completo estúpido.
Le odia.

13.3.11

Nueva meta.

Todo lo que quedaba no era más que mierda.
Me cansé de aquella situación y me di la vuelta, dejándolo todo a mis espaldas. Lo ignoré, y entonces, lo que hasta ese momento me había echo sentirme como una completa inútil, volvió a mí, pero ya era demasiado tarde.
Me había cansado de todo aquello, y quería cambiar. Quería sentirme bien.
Lo dejé todo, para poder volver a comenzar sin aquello que me ataba al sentimiento de humillación que sentía.
Me fui, para poder volver a cruzar otra línea de salida.