15.4.13

Un poco de Jose Ángel Huesa.

Ella amará a otro hombre. Yo voy lejos, andando hacia el olvido, y puede suceder que alguien me nombre, pero ella fingirá no haber oído. 
Ella amará a otro hombre. El tiempo pasa y el amor finaliza, y es natural que lo que fue una brasa acabe convirtiéndose en ceniza.
Aunque nadie lo quiera, envejecen las vidas y las cosas, y es natural también que en primavera los rosales den rosas, es natural.
Por eso ella amará a otro hombre, y está bien. No se si ya olvidó mi último beso, ni me importa con quién. Pero quizás un día, oyendo una suave melodía, sentirá el palpitar de su corazón, o será algún vestido que yo le conocí, o el olor del jardín cuando ha llovido.
Pero algún día ha de pensar en mí, puede ser un gesto, o alguna de las calles, o un botón mal puesto, una hoja seca que voló al azar.
Y de alguna manera tendrá que recordarme, sin querer, escuchando unos pasos en la acera como los míos al atardecer. Será en algún momento, no importa cuándo o dónde, aquí o allá, porque el amor, por parecerse al viento, parece que se ha ido, y no se va. 
Y si en ese momento ella suspira y él pregunta por qué, le tendrá que inventar una mentira para que nunca sepa por qué fue. 
Y él no verá esa huella, eso tan mío que ya perdí, y aunque la pueda amar más que yo a ella, ella no podrá amarle más que a mi.